Conjunto de cuatro frascos de botica realizados en vidrio ámbar soplado. Tres de ellos conservan sus tapones de vidrio originales esmerilados, mientras que el de mayor tamaño mantiene un cierre de corcho antiguo.
El vidrio ámbar, característico de farmacias y laboratorios, protegía el contenido de la luz, y fue muy utilizado desde el siglo XIX hasta mediados del siglo XX.
Piezas en muy buen estado de conservación, sin fisuras, con la pátina y el carácter propios de su uso. Su fuerza estética reside en la presentación como conjunto, ideal para aportar un acento vintage e industrial en estanterías, vitrinas o espacios contemporáneos.
- Material: vidrio ámbar soplado
- Época: primera mitad del siglo XX
- Estado: muy buen estado general